jueves, 25 de abril de 2024

... Y salimos en la prensa municipal


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El CEPA Aluche ubicado en el barrio homónimo de Madrid, es un centro público, donde estudiantes de todas las edades y procedencias convergen en un entorno vibrante de intercambio cultural y conocimiento. Desde los jóvenes de 16 años hasta los no tan jóvenes cercanos a los 80 y más, provenientes de Marruecos, Perú, Ecuador, Colombia, Rumanía, India, Nepal, Bangladesh y otros rincones del planeta, con un objetivo común: aprender y crecer.

Un ejemplo inspirador de esta sinergia generacional es el huerto del CEPA Aluche, donde alumnos de FPBII han unido fuerzas con jubilados del Aspa para transformarlo en un espacio verde y productivo. Juntos, han elaborado fichas de etnobotánica con códigos QR, han estudiado la composición del suelo, se ha realizado un estudio práctico de la germinación y el crecimiento de semillas de variedades locales de lechugas de morondilla de Perales de Tajuña, donativo de la Red de Huertos Escolares del Ayuntamiento de Madrid, también de habas locales y de tres variedades de judías blancas, verdes y pintas, traídas de Italia por un alumno. Durante el invierno se han creado semilleros de plantas aromáticas y ornamentales como petunias, hierba sagrada, flor de papel, girofle o árbol de clavo.. Por todo lo anterior, se han construido invernaderos utilizando planchas de policarbonato, creando un refugio ideal para las hortalizas más delicadas. La fabricación de composteras con palets de madera para la elaboración compost a partir de los restos orgánicos de casa, para enriquecer el suelo del huerto y disminuir la huella de carbono y así alcanzar varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde la Agenda 2030. Para optimizar el riego, se ha instalado un eficiente sistema de riego por goteo, convirtiendo este huerto en un símbolo de colaboración, sostenibilidad y aprendizaje intergeneracional.


lunes, 26 de febrero de 2024

Fabricando nanocomposteras

  Materiales para fabricar una nanocompostera:

 Dos botellas vacías de refresco o agua de 2 L.

 Tijeras.

 Chincheta o utensilio para perforar la botella.

 Suelo de jardín tamizado, o tierra de una maceta (no es imprescindible para el experimento).

 Papel para reciclar sin tinta de colores.

 Cinta adhesiva.

 Biorresiduos de cocina: restos de vegetales sin aceite y sin cocinar, bolsas de té, restos de frutas, etc (evitar restos de carne, pescados y lácteos). Debe estar cortado en trozos pequeños.

 Un palo de madera para remover la mezcla.

 Forma de proceder

1. Lavamos con agua las botellas de 2 litros de refresco o agua.

2. Con las tijeras dividimos una de las botellas en dos partes cortando solo la parte de abajo, la desechamos y nos quedamos solo con la parte más grande (A), que albergara los restos orgánicos. La otra botella la cortamos por el cuello justo cuando se empieza a ensanchar, quedándonos dividida la botella en dos partes B Y C. La Parte C servirá para recoger los lixiviados que se puedan generar. (Ver ilustración en página siguiente).

3. Agujerear la primera botella (A) a distintas alturas para favorecer la aireación y poder tomar la temperatura. También perforamos el tapón de la primera botella (A) para permitir el drenaje de los posibles lixiviados que se puedan generar.

4. Rellenamos la botella de la siguiente forma:

a. Añadimos suelo-sustrato de maceta hasta cubrir la base de la botella (2-3 cm) (optativo)

b. Añadimos papel de reciclaje cortado en trozos pequeños.

c. Añadimos un volumen de biorresiduos troceados en pedazos pequeños (4-5 cm).

d. Añadimos una capa de 1-2 cm de suelo o tierra de un tiesto (optativo) y una capa de 1-2 cm de papel blanco sin tintes cortado en tiras.

5. Repetimos los pasos c y 4. hasta rellenar el 80% de la primera botella.

6. Si el material está muy seco añadir un poco de agua con un pulverizador.

7. Añadimos una capa superficial de 1-2 cm de suelo o de posos del café o papel blanco sin tintes cortado en tiras.