Parra o vid








Nombre científico: Vitis vinifera.

Las vides pertenecen a la familia Vitaceae, mientras que las variedades más utilizadas pertenecen a las especies de Vitis vinifera (vid europea).

La vid es un arbusto de plantas perennes, caracterizado por hélices, zarcillos y crecimiento posterior. Es una planta trepadora y normalmente trepa sobre rocas o troncos de árboles. Los zarcillos crecen en los tallos y se cree que son inflorescencias degeneradas. Las hojas son grandes, opuestas, parecidas a un corazón, y las inflorescencias crecen a través de ellas. Pueden ser en terrazas o lobuladas con 3-5 lóbulos y nervios distintos. La forma, el tamaño y el color de las hojas dependen de la variedad.

Los brotes están ubicados en la parte inferior de la planta entre los ejes, y se distinguen en 2 categorías:

Capullos Primarios (Invierno) y Secundarios

Durante la primavera, podemos observar una hinchazón distinta entre el tallo y el pecíolo. Estos son los brotes secundarios. Esos normalmente no van a brotar durante el período de crecimiento actual. Probablemente permanecerán en letargo. Junto a este brote, está el brote primario, que normalmente brotará durante el período de crecimiento actual. En caso de que el brote primario esté dañado, generalmente debido a las heladas de invierno (necrosis primaria del brote), entonces el brote secundario va a brotar. Los brotes se convierten en bastones cuando maduran.

Los brotes producen los racimos de flores justo después de brotar. Las flores en racimos son pequeñas de 3-4 mm (0,12-0.16 pulgadas) y de color blanco. Las flores normales son hermafroditas. Estas flores son fertilizadas y producen racimos de uvas. Las uvas representan la gran mayoría (90-98%) del peso del racimo.

Las uvas botánicamente son bayas. El tamaño y el color de las uvas varían entre las diferentes variedades. El color, que puede variar de verde a rojo intenso, es el resultado del contenido de uva en antocianinas y flavonoides. Este contenido se ve afectado básicamente por la temperatura, los niveles de pH, las condiciones de crecimiento y el contenido de azúcar. Además, tenemos variedades con semillas y variedades sin semillas. Las variedades sembradas pueden transportar hasta 4 semillas. Las semillas contienen taninos a una tasa de 4-6%.

En general, el ciclo de vida de la vid tiene 2 fases, el período de crecimiento y el período de latencia.

El período de crecimiento se divide en tres etapas.

La primera etapa comienza con la brotación y termina con la floración.

La segunda etapa comienza con la floración y termina con el envero (cambio de color de las uvas).

La tercera etapa comienza con el envero y termina con la maduración. Durante esta etapa, la acidez normalmente disminuye, mientras que el contenido de azúcares incrementa.

La latencia comienza justo después de la caída de la hoja y termina con lagrimeo (normalmente entre fines de otoño e invierno, de noviembre a febrero). Durante esta fase, las vides descansan. Las plantas no realizan ninguno de sus procedimientos normales. Sin embargo, en zonas tropicales, la latencia no ocurre. Debido al hecho de que las vides no tienen que tolerar temperaturas inferiores a 12°C (53.6°F), escapan de esta fase y el período de crecimiento puede durar hasta 100-130 días.

El cultivo de la vid con fines vinícolas es tan antiguo, que el origen de esta maravilla vegetal todavía hoy está difuminado en varios lugares del mundo (Sudeste europeo y parte de Asia occidental). La variedades productivas de esta especie, son innumerables, atendiendo a su fruto entre otras muchas cosas. Es una de las plantas más rústicas, con sus grandes hojas, sus zarcillos, sus frutos.

Las uvas.

Criadas y seleccionadas hasta tal punto que las variaciones en color, tamaño, pulpa, azúcares, acidez, aromas… son casi infinitas. Sin embargo, hoy no hablaremos de la uva de la vid por primera vez. Cuesta dejar de lado los racimos (sobre todo en esta época del año) para hablar del rasgo ornamental de uno de nuestros cultivos principales.

La época de poda suele ser durante el invierno con variaciones en función de la zona climática. Posteriormente hay un segunda poda en primavera pero se hacen con fines más productivos.

Si partimos de un esqueje pequeño y queremos formar la vid desde el principio hemos de dirigir una rama principal que es la que dará altura a la parra o vid hasta los 2 metros aproximadamente. Por ello se debe eliminar cualquier rama que no sea la principal (la que veas que tenga más fuerza).

Cuando alcance la altura deseada (debe estar guiada en un poste o alambre vertical), se dejan 2 o 3 ramas que serán las secundarias, podándolas para dejar de 2 a 3 brotes espaciados algo más de medio metro.

Los sucesivos años se repite la operación con ramas terciarias etc. respecto a la principal

A partir de ahí, quedan eliminar ramas que se entrecrucen, molesten o se salgan de los límites visuales que nosotros impongamos. Los aclareos de zonas densas también pueden hacerse para equilibrar el conjunto.

No hay una norma específica de poda. La experiencia, preguntar y aprender a medida que se vaya haciendo es la mejor manera de conseguir la mejor de las parras.

Hay gente que poda con 2 brotes, otros con 3. Gente que hace o no aclareos, podas más severas o conducciones más libres, el uso de alambres quitando los zarcillos. Es todo un mundo que cuando uno entra, las variables se multiplican y errando y preguntando es como mejor se aprende.

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