Este
año hemos tenido la suerte de ser admitidos en el programa Inclusivo de
compostaje en escuelas y ciencia ciudadana liderado por FUNDACIÓN JUAN XXIII.
Con este breve video compartimos el conocimiento adquirido:
Todos
nuestros datos recopilados a lo largo del curso escolar, son volcados a un formulario
digital de seguimiento que la La fundación Juan XXIII junto con el resto de centros
participantes lo utiliza para realizar una tabla de datos y compartirlos con la
plataforma Observatorio de Ciencia Ciudadana del FECYT (https://ciencia-ciudadana.es/proyecto-cc)
y la página web de Ciencia Ciudadana del Miteco (Ciencia
Ciudadana (miteco.gob.es).
https://prezi.com/view/jzh1Jp5uwDVNcFEBTxcD/
Los
datos constan principalmente de la cantidad de masa de
materia orgánica que suministramos a la compostera a lo largo de la
semana, utilizamos la pesa/báscula de mano: Será útil para pesar la materia
orgánica y seca aportada, así como la cantidad de compost producido en el
proceso. Funciona a pilas y se puede utilizar con varias unidades de medidas
pero optaremos por utilizar kilos. Es importante tener en cuenta restar la tara
(peso) de los recipientes que utilicemos para poner la materia a la hora de
pesar la misma.
También
medimos la humedad y el pH del compost gracias
al humidimetro: el sensor de humedad será útil para conocer el grado de humedad
del compost y si hace falta corregir el mismo para el buen funcionamiento del
proceso de compostaje. Con el medidor de ph del suelo: nos indicará la acidez
del compost, es una información importante para conocer si hace falta corregir
el compost antes de abonar los cultivos o jardines.
También
se toma la temperatura ya que es un factor muy
importante en las fases del compostaje, para ello utilizamos, el termómetro
terrestre: nos ayudará a controlar la temperatura del proceso de compostaje.
Viene con una goma de protección en la punta. Retirar la misma para medir y
volver a poner una vez limpiado el termómetro
Una vez medidos todos los parámetros, nos dedicamos a remover bien todo el material orgánico verde como estructurante para que las bacterias tengan una buena aireación y puedan realizar mejor su fermentación.
“The
Inclusive Circular Lab: proyectos de innovación educativa y
sostenibilidad” es un programa gratuito de educación en la diversidad a
través del compostaje de residuos y el aprendizaje científico en las escuelas, desarrollado
por el área de Soluciones Verdes de
FUNDACIÓN JUAN XXIII, es una iniciativa de educación medioambiental e
innovación social liderada por personas con discapacidad intelectual con
el objetivo de involucrar a centros escolares en un programa de economía
circular y ciencia ciudadana, a través de proyectos de investigación y
compostaje de residuos orgánicos en escuelas.
Es
un programa que promociona una educación en la diversidad, se aprenderá cómo
desarrollar su compostaje con el apoyo del equipo de Fundación Juan XXII,
formado por personas con discapacidad intelectual expertos en agricultura
ecológica y naturación urbana y cómo recabar datos científicos de
acompañamiento del mismo, facilitando materiales, asesoramiento técnico y
recursos didácticos. El objetivo es fortalecer una educación experiencial y en
la diversidad, que ponga el alumnado y la comunidad escolar en el centro
participando activamente de la transformación de su entorno.
El
alumnado, aplica el conocimiento científico teórico a un proyecto empírico,
participar en procesos que fomenten la investigación científica y la ciencia
ciudadana a través de recolectar datos de todo el proceso de compostaje, tales
como cantidad de residuos generados, temperatura, humedad, entre otros
sencillos indicadores que fomente el interés por aprender y aprenderán
haciendo, experimentando, investigando y observando cómo se desarrolla el
proceso de transformación de residuos orgánicos en abono. Cómo pueden aplicar
una solución ecológica y circular para la solución ambiental de los residuos
orgánicos que son generados en el cole o en sus hogares. Los datos
del estudio son compartidos con todos los centros participantes, para ser
compartido con científicos que estudian la materia.
El
equipo de Soluciones Verdes, formado por profesionales en situación de
vulnerabilidad psicosocial, ha desarrollado diversas acciones para alcanzar los
objetivos del programa, tanto en la inclusión, (sea a nivel laboral que dentro
de las aulas), como en la promoción de la sostenibilidad y de la aplicación de
la economía circular dentro de los centros educativos y en nuestras prácticas
cotidianas. Por último, niños y niñas han aprendido como realizar el
seguimiento científico de las composteras, convirtiéndose en verdaderos
profesionales del compostaje.
El
compostaje escolar ha sido no solo una experiencia directa de economía
circular, sino que también ha promovido el desarrollo de metodologías de
ciencia ciudadana en todas las etapas escolares involucradas en el
proyecto.
La
ciencia ciudadana toma cada vez más importancia en la sociedad, acercando la
ciudadanía a la ciencia y permitiendo a la comunidad científica poder recaudar
más datos científicos gracias a la colaboración de las personas que se
involucran en estos proyectos.
Cada
acción de recuperación y reutilización que tomas contribuye a un futuro
sostenible, distribuyendo valor económico y social de manera equitativa, y
generando beneficios para todos.
En
FUNDACIÓN JUAN XXIII, lleva la Economía Circular Inclusiva a la acción:
reciclamos, reacondicionamos, reutilizamos y extendemos la vida útil de los
productos mientras creas empleo de calidad para personas en riesgo de
vulnerabilidad psicosocial.
En
plena transformación digital, FUNDACIÓN JUAN XXIII ha detectado un reto y una
necesidad: que las personas con discapacidad intelectual también pueden
beneficiarse de las oportunidades de la digitalización y tener un
espacio en el nuevo mercado laboral.
La inclusión
social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial,
especialmente por su discapacidad intelectual, potenciando la calidad de vida,
la autonomía personal, el desarrollo de nuestros valores, el empleo de calidad
y la mejora continua de todas las personas que componemos esta organización.
Soluciones
Verdes
¿Sabías
que hemos diseñado y ejecutado el huerto urbano más grande de España? Este
servicio crea en el centro de trabajo espacios verdes innovadores donde se
fusiona la ecología, el aprendizaje y la inclusión.
También
se cuenta con un equipo multidisciplinar que aconsejará y gestionará los
espacios de tu empresa, generando a su vez empleo de calidad para
personas con discapacidad intelectual.
Ser
una empresa sostenible ya no es una opción, sino una necesidad. Nuestros
servicios de Soluciones Verdes te ayudarán a transformar tu empresa o centro
educativo en espacios únicos, verdes, diversos y llenos de vida.
Estamos
comprometidos con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
La
historia de la Fundación
FUNDACIÓN
JUAN XXIII lleva más de 55 años apostando por la inclusión socio laboral de
las personas en riesgo de vulnerabilidad psicosocial, especialmente personas
con discapacidad intelectual. Más de medio siglo creciendo y convirtiendo
obstáculos en oportunidades.
Nuestra
profesionalidad se mantiene intacta, del mismo modo que nuestro afán de
búsqueda de iniciativas innovadoras para cubrir TODAS las necesidades de
estas personas del modo más eficaz.
Diferencias
entre integración e inclusión: la definición de cada concepto
Tanto
integración como inclusión tratan de dar respuesta a la diversidad existente en
las sociedades. No obstante, ambas proponen dos modelos diferenciados:
- La integración se
da cuando las personas con discapacidad o en situación de
vulnerabilidad se adaptan a un sistema.
- La inclusión tiene
en cuenta que las personas no son las que deben adaptarse al sistema, sino
que es el sistema el que se debe ajustar para dar cabida a las
necesidades de todos. De este modo, no se trata solo de fomentar que
ciertos grupos ingresen a un sistema, sino de hacer que dicho sistema sea
accesible y justo para todos, sin importar sus diferencias.
De
estas definiciones ya puede comprenderse la principal divergencia de la que
derivan todo el resto de las diferencias entre integración e inclusión: aunque
la integración supone un paso importante porque implica que las personas no
están excluidas ni segregadas, aún mantiene la idea de que son las personas
en situación de vulnerabilidad quienes deben ajustarse, en lugar de que el
sistema se transforme para incluirlas plenamente.
La
integración evita la exclusión total, pero no siempre elimina las barreras que
dificultan la igualdad real.
Por
su parte, la inclusión se presenta como un concepto más avanzado, ya que
implica la adaptación del entorno, las estructuras y las actitudes para
garantizar la participación equitativa de todas las personas, sin
distinción.
En
el marco del programa educativo “The Inclusive Circular Lab”: proyectos de
innovación educativa y sostenibilidad”, realizado por Fundación Juan XXIII
recopilamos en este mapa las iniciativas, proyectos y programas de compostaje
de residuos orgánicos realizados por instituciones educativas en sus propias
instalaciones en todo el territorio español.
El
objetivo de este mapa es identificar y visibilizar las diferentes iniciativas
llevadas a cabo por centros educativos que realizan compostaje de residuos
orgánicos en sus instalaciones y favorecer el intercambio de experiencias así
como el aprendizaje y la ciencia ciudadana para generar una “Red de escuelas
compostadoras”.
Es
un programa 360º con tres ejes fundamentales:
- Inclusión
y empleo de calidad para personas con discapacidad intelectual.
- Promoción
de la AGENDA 2030 Escolar a través de programas pilotos de economía
circular y sostenibilidad ambiental.
- Accesibilidad
de los centros educativos a la investigación, ciencia, innovación y
tecnología.
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