Con el propósito de poner en práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el huerto escolar y estudiar su ecosistema, iniciamos una campaña de recolección de residuos orgánicos para la elaboración de compost.
¿Qué puedo tirar al compostaje escolar?
Tener un compostador escolar nos va a permitir poder gestionar todos los restos orgánicos que se generan en el centro educativo, ya sean de los almuerzo del recreo o del comedor escolar sin salir del propio recinto. Además obtendremos un maravilloso abono natural que se podrá utilizar en el huerto escolar, jardines, macetas o repartirlo entre los alumnos para que cultiven sus propias plantas en casa.
Qué podemos compostar:
· Restos de fruta y verduras
· Restos frutos secos
· Posos de café e infusiones
· Restos de jardinería
A medida que recolectábamos residuos orgánicos de nuestros hogares, nos adentramos en el complejo mundo del compostaje, investigando técnicas y elaborando nuestro propio compost, transformando residuos en un tesoro nutritivo para el suelo.
Para su estudio y evolución realizamos una observación semanal de la temperatura, humedad y aireación.
A su vez, analizamos el mundo de los organismos que habitan en la compostera, tanto macroscópicos como microscópicos.
Para estudiar estos últimos, elaboramos nuestros propios medios de cultivo en placas petri y observamos las colonias de organismos en el microscopio y la lupa, identificando los hongos y bacterias presentes.
El compostaje no solo enriquece el suelo del huerto, sino que también reduce la cantidad de residuos orgánicos que van a parar a los vertederos, disminuyendo significativamente la huella de carbono, ya que se puede llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, compartimos nuestro conocimiento con el resto de compañeros del centro a través de charlas divulgativas y presentaciones en PowerPoint.
¿Qué hago con el compost que se obtiene?
Pasados varios meses desde el inicio del proceso de compostaje obtendremos el deseado producto final. Una tierra con gran cantidad de nutrientes que podremos aplicar directamente al huerto escolar.
Cuando el compost está maduro es necesario cribarlo para eliminar las partes más gruesas que todavía no se han descompuesto (ramas, hojas, huesos, cascaras…).
Avanzando en nuestro compromiso con la sostenibilidad, emprendimos la creación de una vermicompostera utilizando cajas de poliespan. En este nuevo ecosistema, las lombrices de California transformarán los restos de fruta y posos de café en abono rico en nutrientes, vermicompost para las plantas del huerto.
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